Vivir con problemas de confianza: el lado humano de la arquitectura de confianza cero – guía en línea

Cuando yo era niño, los adultos solían burlarse de los soñadores diciendo que vivían en las nubes. También teníamos un programa de televisión de dibujos animados con osos de peluche saltando de una nube a otra, viviendo en un mundo de sueños. No sé quién nos inspiró más, pero aquí estamos hoy, conectados a las nubes digitales como si fueran el tubo de oxígeno sin el cual no podemos respirar. La inspiración es esencial para la innovación, pero no creo que nadie pudiera haber predicho en los años 1980 o 1990 que las nubes desempeñarían un papel importante en nuestras vidas actuales y la complejidad que implica garantizar su seguridad.

La triste realidad es que nos hemos vuelto tan dependientes de la tecnología que cualquier interrupción en ella paraliza nuestras vidas. Si alguno de nosotros perdemos hoy un teléfono inteligente o una computadora, sentimos como si hubiéramos perdido un órgano vital de nuestro cuerpo. Peor aún, solo pensar en la más mínima interrupción que podría desconectarme de Internet o de las aplicaciones de mi teléfono inteligente que se ejecutan en la nube me hace sentir como si no pudiera respirar.

A medida que nos volvemos más dependientes de la tecnología, los entornos de TI se han vuelto más complejos. Esto ha hecho que las amenazas sean más intensas e incluso puedan representar un peligro grave. Para abordar estos crecientes desafíos de seguridad, que necesitaban un enfoque más sólido y flexible, los expertos de la industria, los profesionales de la seguridad y los proveedores de tecnología se unieron para desarrollar el marco de la arquitectura de confianza cero (ZTA). Este desarrollo llevó a un creciente reconocimiento de la importancia de priorizar la verificación sobre la confianza, lo que convirtió a ZTA en una piedra angular de las estrategias de ciberseguridad modernas.

La idea principal de ZTA es “nunca confiar, siempre verificar”. Este enfoque es bastante diferente de los modelos de seguridad tradicionales que se basan en herramientas de seguridad como los cortafuegos. En lugar de asumir que todo dentro de la red es seguro, ZTA observa a cada usuario, dispositivo y aplicación con cierta sospecha hasta que puede confirmar que son legítimos. Al vigilar y verificar constantemente cada solicitud de acceso, ZTA ayuda a reducir el riesgo de violaciones de datos.

Los peligros

La implementación del marco ZTA implica que cada acción que manejan los equipos de TI y seguridad se filtra a través de una lente que prioriza la seguridad. Sin embargo, el mantra tan repetido de “nunca confiar, siempre verificar” puede afectar el bienestar psicológico de quienes lo implementan.

Imagine pasar horas monitoreando cada actividad en la red mientras se pregunta constantemente si la información es genuina y si los motivos de las personas son puros. Este clima de sospecha no solo afecta el entorno laboral, sino que también se extiende a las interacciones personales, afectando la confianza con los demás. A medida que se difumina la línea entre la vida profesional y la personal, la carga psicológica puede extenderse más allá del lugar de trabajo y afectar las relaciones personales con socios, familiares y amigos.

El costo psicológico

La paradoja es que el objetivo de las empresas es crecer y vender en los mercados internacionales, pero por otro lado, la mentalidad de “nunca confiar, siempre verificar” genera obstáculos cuando las personas se vuelven demasiado suspicaces. Entonces, ¿cuál es el impacto en los empleados cuando se desarrollan nuevas relaciones con socios comerciales o clientes potenciales? ¿Cómo afecta la duda a la construcción de confianza con culturas extranjeras?

Cuando las organizaciones no prestan atención a los efectos del escepticismo constante en el trabajo, los empleados y la sociedad enfrentan consecuencias.

Cuando la tecnología se convierte en la fuente principal de vida para cada vez más personas, esta mentalidad se vuelve común en la sociedad. En este escenario, la pregunta principal es cómo el “nunca confiar, siempre verificar” afecta el desarrollo de nuestra sociedad. ZTA y otros protocolos de seguridad son esenciales y deben permanecer; sin embargo, no podemos ignorar su impacto en el comportamiento mental de las personas que trabajan en este campo. En la práctica, desarrollar soluciones para las amenazas tecnológicas crea implicaciones peligrosas para el comportamiento de las personas y su salud mental.

¿Podría el principio de “nunca confiar, siempre verificar” conducir a conductas paranoides colectivas en nuestra sociedad? ¿Quién está capacitado para responder a esta pregunta? ¿Quién puede evaluar las consecuencias para la sociedad? Internet y las redes sociales no solo han aislado a las generaciones más jóvenes y han afectado a su capacidad de establecer relaciones en persona, sino que ahora uno de los lemas protocolarios principales durante su semana laboral es “nunca confiar”.

¿Podemos enamorarnos sin confianza?

Tal vez le estoy dando demasiadas vueltas al asunto, pero no puedo dejar de preguntarme cómo estas contradicciones impactan en nuestras vidas. Por un lado, las relaciones personales son esenciales para nuestra existencia, y hemos estado aprendiendo a construirlas desde la infancia. Por otro lado, las redes sociales han aislado a los adolescentes y jóvenes adultos, y sus opciones laborales actuales o futuras en el ámbito tecnológico incluyen la repetición diaria de lemas que cuestionan la confianza en el comportamiento humano de los usuarios. ¿Estamos preparando a las personas para una vida de conflictos irreconciliables?

Lo absurdo es que la tecnología nos ha acercado y al mismo tiempo nos ha alejado. ¿Sabemos siquiera cómo redefinir la confianza y las relaciones ahora que nos encontramos en los albores de la era de la inteligencia artificial?

Liat Portal es un especialista en desarrollo empresarial con sede en San Francisco.