Invertir en medidas de protección no sólo salva vidas: también ahorra dinero a las empresas.
Hace dos meses, el 22 de julio de 2024, batimos el récord del día más caluroso jamás registrado. A medida que las temperaturas siguen aumentando, también aumenta el número de enfermedades y muertes relacionadas con el calor, especialmente entre las personas que trabajan. En agosto, un trabajador sanitario en Baltimore sufrió un golpe de calor y murió mientras recogía basura, y en junio, un trabajador postal murió después de pasar su turno en un camión de correo sin aire acondicionado.