Hay mucho en juego en este enfrentamiento porque el ganador de las elecciones de noviembre podría reescribir gran parte del código tributario federal el próximo año, cuando expirarán partes de los recortes de impuestos de Trump de 2017.
Donald Trump apuesta a que los estadounidenses anhelan billones de dólares en recortes de impuestos y que el crecimiento será tan fantástico que no vale la pena preocuparse por los déficits presupuestarios.
En resumen, espera que la mayoría de los análisis económicos de sus ideas estén totalmente equivocados.
La vicepresidenta Kamala Harris cree que las grandes corporaciones y los ultra ricos deberían pagar más impuestos, y quiere utilizar esos ingresos para ayudar a impulsar la construcción de 3 millones de viviendas y ofrecer exenciones fiscales a los padres.
Ella espera implementar el tipo de políticas que el presidente Joe Biden no ha podido lograr de manera duradera.
Los dos candidatos presidenciales están aprovechando la semana previa al debate para afinar sus mensajes económicos sobre quién podría hacer más por la clase media. Harris hablará de sus planes políticos el miércoles en Portsmouth, New Hampshire, mientras que Trump hablará en el Club Económico de Nueva York el jueves.
Históricamente, la economía ha sido un tema dominante en las elecciones presidenciales. En una encuesta realizada en agosto por The Associated Press-NORC Center for Public Affairs, Trump obtuvo un resultado ligeramente mejor en materia económica: el 45% dijo que él la manejaría mejor y el 38% dijo que Harris lo haría.
Hay mucho en juego en este enfrentamiento porque el ganador de las elecciones de noviembre podría reescribir gran parte del código tributario federal el próximo año, cuando expirarán partes de los recortes de impuestos de Trump de 2017.
Un vistazo a las propuestas de los candidatos: