Los estados más disputados del Cinturón del Sol, Carolina del Norte, Georgia y Florida, están recibiendo el golpe de dos megatormentas a menos de un mes del día de las elecciones. Y la historia muestra: un huracán un mes antes de una elección importante deprime la participación. Este año, muchas de las regiones más afectadas son bastiones de Trump.
En el oeste de Carolina del Norte, 25 condados fueron incluidos en la “zona designada de desastre” devastada por Helene. Según los datos, los votantes en esas áreas son abrumadoramente independientes y republicanos. En 2020, apoyaron a Trump por un amplio margenayudándolo a ganar el estado. Si no votan esta vez, los partidarios de Kamala Harris podrían fácilmente inclinar el estado en disputa hacia su columna.
“Nuestros corazones están con los habitantes de Carolina del Norte afectados por el huracán Helene”, dijo Dory MacMillan, directora de comunicaciones de la operación de la campaña de Harris en Carolina del Norte. “Y estamos trabajando estrechamente con nuestros equipos legales y de protección de votantes y el Partido Demócrata de Carolina del Norte para garantizar que todos los votantes elegibles puedan hacer oír su voz de manera segura en esta elección”.
Los funcionarios electorales también están haciendo todo lo posible para garantizar que la gente pueda votar. La Junta Electoral del Estado de Carolina del Norte aprobó esta semana una serie de medidas de emergencia para los condados devastados por Helene. En estas áreas, los funcionarios locales pueden modificar los horarios y los lugares de votación anticipada en la forma que consideren necesaria. Los sitios de votación anticipada están en el proceso de instalar orinales portátiles, estaciones de lavado y generadores.
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Las secuelas del huracán Helene, en Swannanoa, Carolina del Norte, tienen el potencial de remodelar unas elecciones que, según las encuestas, son las más reñidas de la historia reciente.
Eduardo Munoz/Reuters
“Nuestra esperanza es que todos los que sean elegibles para votar en esas áreas puedan hacerlo”, dijo el director de información pública de la Junta Electoral del estado, Patrick Gannon, al Daily Beast. “Habrá opciones”.
Las opciones de votación por correo podrían ayudar, dijo, ya que las oficinas electorales aún envían y reciben correo, pero para los votantes cuyas casas fueron destruidas, el acceso al correo puede ser difícil.
“El lugar donde habría problemas sería si la casa de alguien ya no estuviera allí”, dijo.
Los sobrevivientes desplazados del huracán en Carolina del Norte pueden solicitar boletas de voto ausente dondequiera que se encuentren y devolverlas a cualquier oficina de la junta electoral del condado en el estado. Aún así, para las decenas de miles de personas expulsadas de sus hogares, es probable que la votación pase a un segundo plano frente a la reparación de sus vidas.
Puede que las cosas no sean mucho mejores para la campaña de Trump en Georgia y Florida, donde el huracán devastó principalmente zonas rurales y rojas.
Con el huracán Milton acercándose al Estado del Sol, todavía se están manifestando todos los efectos de la temporada de huracanes en las elecciones. Antes de la tormenta, que ha mostrado vientos con velocidades de hasta 180 mph, el presidente Joe Biden pospuso un viaje a Alemania y Angola. Trump ha retrasado una mesa redonda con los latinoamericanos. El alcalde de Tampa, una ciudad que no ha sido afectada directamente desde hace más de un siglo, dijo a las personas que no evacuan: “Van a morir”.
Miles Taylor, el miembro del personal de la administración Trump que una vez criticó al expresidente como “Anónimo”, lo expresó de manera más directa: escribiendo en X“Esto tiene potencial para causar estragos, incluso en las elecciones”.
Pero Milton podría inclinar la elección en sentido contrario. Tampa, donde es probable que la tormenta toque tierra, es un depósito de votos demócratas en un mar de condados rojos. Si reduce la participación allí, eso podría beneficiar a Trump.